¿Alguna vez te has hecho la pregunta: "Soy del país A, pero ahora vivo en el país B. ¿Dónde son mejores las leyes fiscales y cómo decido dónde pagar impuestos?"
Este es un enfoque incorrecto, porque la elección del país donde pagar impuestos no siempre depende de ti. Es como decir: "Vivo en los Emiratos Árabes Unidos, donde las bebidas alcohólicas están estrictamente reguladas, pero soy de Francia, donde el vino se vende libremente, ¿puedo entonces beber una copa de vino en la calle?" Un comportamiento así obviamente llevará a problemas, y lo mismo ocurre con los impuestos.
¿En qué país debes pagar impuestos?
Debes presentar una declaración de impuestos y pagar impuestos en el país (o los países) en los que eres residente fiscal. La residencia fiscal no es algo que puedas elegir a tu antojo. Está determinada por la legislación local y los tratados fiscales internacionales. Si tú o tu familia tienen vínculos con varios países, o si tal situación pudiera ocurrir en el futuro, asegúrate de aclarar esta cuestión antes de empezar a invertir.
Cada país del mundo está interesado en recibir tus pagos de impuestos. Si pasas tiempo o estableces vínculos en un país, deberías considerar si ese país intentará imponerte impuestos. Piensa en las historias de celebridades como Shakira o Cristiano Ronaldo, quienes han enfrentado problemas fiscales debido al tiempo pasado en diferentes países. Esto no solo les sucede a ellos, sino también a personas comunes.
Consideraciones especiales para los ciudadanos estadounidenses
Esta información no se aplica a los ciudadanos estadounidenses y a los titulares de la tarjeta verde. Incluso si eres un ciudadano estadounidense que ha vivido toda su vida en Europa y nunca ha estado en América, la ley fiscal de los Estados Unidos seguirá aplicándose. Las leyes fiscales de los Estados Unidos son muy diferentes a las de la mayoría de los otros países, por lo que si eres un ciudadano estadounidense o titular de una tarjeta verde que vive en el extranjero, deberías consultar a un asesor fiscal.
¿Qué es la residencia fiscal?
Entonces, ¿qué es la residencia fiscal? Es el país en el que se te considera residente a efectos fiscales. En realidad, la residencia fiscal es cualquier país en el que estás obligado a presentar una declaración de impuestos y pagar impuestos. Y sí, puedes ser reconocido como residente fiscal de más de un país al mismo tiempo. Sin embargo, es importante entender que la residencia fiscal y la residencia con fines de inmigración son dos cosas diferentes. Puedes ser residente fiscal de un país sin tener el derecho a una residencia temporal o permanente en ese país, o incluso un permiso de trabajo.
Consideremos un ejemplo sencillo: si eres ciudadano de un país, has vivido allí toda tu vida y no tienes vínculos estrechos con otros países, tu residencia fiscal será bastante obvia. Por ejemplo, María y Peter, una pareja casada de Suiza, que han vivido toda su vida en su acogedora casa en Zúrich, aman pasar tiempo con sus nietos y disfrutar de su jubilación. Ambos poseen solo propiedades en Suiza y todos sus familiares también viven allí. Por lo tanto, María y Peter serán considerados residentes fiscales de Suiza, ya que están completamente vinculados a este país y sus intereses de vida están allí.
Sin embargo, si pasas tiempo en diferentes países o tienes propiedades o familiares allí, la situación se vuelve más complicada. Supongamos que Alek, un genio del desarrollo de software, trabaja en Hong Kong en un puesto prometedor en una empresa tecnológica, pero pasa su tiempo libre y sus vacaciones en su ciudad natal de Múnich. Alek debe determinar cuidadosamente dónde debe presentar la declaración de impuestos y pagar impuestos, ya que su vida y su trabajo abarcan diferentes jurisdicciones.
¿Cómo se determina la residencia fiscal?
Por lo general, la residencia fiscal se determina de forma anual, ya que los impuestos se presentan anualmente. Algunos países tienen el concepto de "año dividido", lo que significa la posibilidad de ser considerado residente fiscal solo por una parte del año al momento de la entrada o salida.
Dos pasos para determinar la residencia fiscal
El proceso para determinar la residencia fiscal incluye dos pasos:
- Verificación de las leyes locales en los países donde vives o tienes vínculos para entender si eres reconocido como residente fiscal.
- Verificación de los tratados fiscales entre esos países si puedes ser considerado residente fiscal en varios países. El objetivo de estos tratados es evitar la doble imposición.
Criterios para determinar la residencia fiscal
1. Prueba de presencia física
Uno de los criterios más comunes es la prueba de presencia física. En la mayoría de los países, si pasas 183 días al año en el país, es probable que seas considerado residente fiscal de ese país. Es importante entender que los diferentes países pueden contar estos días de manera diferente. Por ejemplo, en algunos países se cuentan los días de entrada y salida, mientras que en otros no.
2. Residencia permanente
Si tienes una casa o un contrato de arrendamiento a largo plazo en el país, esto aumenta la probabilidad de ser considerado residente fiscal.
3. Centro de intereses vitales
Otro factor importante es el centro de intereses vitales — dónde se encuentra tu familia, tus principales vínculos sociales y económicos. Por ejemplo, si tu familia vive en Alemania y tus hijos asisten a la escuela y utilizan servicios sociales allí, Alemania puede requerir que pagues impuestos, incluso si te encuentras físicamente en otro país, como España o Italia.
4. Lugares de estancia habituales
Si no hay una residencia permanente o un centro claro de intereses vitales, los países pueden considerar tus lugares de estancia habituales, como los alquileres a corto plazo.
5. Ciudadanía y estatus migratorio
En algunos casos, si no es posible establecer la residencia fiscal de otra manera, la ciudadanía también puede ser utilizada como criterio.
Algunos países pueden asignar la residencia fiscal en función de tu estatus migratorio. Por ejemplo, una vez que obtienes un permiso de residencia en el país, puedes convertirte en residente fiscal.
6. Acuerdo mutuo
Finalmente, si no es posible establecer la residencia fiscal de ninguna de las maneras anteriores, puede determinarse mediante un acuerdo mutuo de las autoridades fiscales de los países interesados.
Esto proporciona una comprensión general de cómo se determina la residencia fiscal. En la mayoría de los casos, si tú y tu familia vivís y trabajáis en un país durante la mayor parte del año, es probable que seáis considerados residentes fiscales de ese país. Sin embargo, si tu situación es más compleja o si estás planeando mudarte a otro país, deberías examinar cuidadosamente esta cuestión y, si es necesario, consultar a un experto fiscal.